Desde 1930 el juego se utilizó
para comprender los problemas de la infancia, el juego del niño se describe
como el territorio entre el mundo real y el mundo interno del niño.
Este método para la evaluación
del juego se desarrolló durante la última parte de 1940, este método utiliza la
arena y los juguetes de una manera estandarizada.
Un dato interesante sobre este
método es que recibió este nombre a partir de la denominación científica de la
Erica del Telralix, planta que se destaca por su fortaleza y robustez y a la
misma vez produce una flor suave, rosa y adorable.
Este método es utilizado por
psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales dentro de tratamientos para la
orientación infantil. Pero también se ha utiizado por los orientadores
escolares como un procedimiento efectivo para comunicarse con los niños, este
método por lo regular se utiliza con niños entre los 3 y los 12 años de edad,
pero la verdad que combinar juguetes de arena no se restringe a algún rango de
edad específico, tanto adolescentes como adultos lo pueden utilizar también.
La logística de este método es
que los niños entren a la sala de juegos, se le presentan los juguetes, los
cuales se guardan en un armario abierto con repisas divididas en 12
compartimientos, los juguetes o materiales de la sala, se dividen en 10
categorías:
1. Soldados como vaqueros e
indios
2. Otras personas
3. Animales salvajes
4. Animales de una granja
5. vehículos de transporte
6. materiales para la guerra
7. construcciones
8. verjas
9. casas y árboles
10. objetos para interiores
También se proporciona un
pedazo de arcilla, de manera que los niños puedan crear cualquier cosa que les
pueda salvar. Cuando el niño entra en la sala
de juegos, se encuentra con un cajón de madera lleno de arena seca. Sobre el
piso se encuentra otro cajón de madera húmeda. El terapeuta puede empezar
dándole instrucciones: “dentro de este armario puedes ver diversos tipos de
cosas, las puedes sacar de allí y
construir con ellas lo que desees en el cajón de arena. Puedes escoger cuales
son las cosas que le gustan y construir lo que tú quieras, y puedes utilizar lo
mismo la arena seca o la húmeda.
El terapeuta en este método
adopta la función de observador activo que intenta ser empático y estar
disponible pero sin hacer comentario alguno acerca de interpretar el juego. Es
importante evitar integrarse en una relación terapéutica con el niño, el punto
primordial del asunto es crear una base sobre la cual puedan realizarse
formulaciones de diagnóstico y recomendaciones de tratamiento.
Al evaluar las construcciones
de juego de un niño, se deben considerar tanto los aspectos formales como los
de contenido. En el análisis cada uno de
los cajones de arena se evalúan por separado. La evaluación final se basa en la
continuidad y la repetición de los elementos estructurales y temáticos.
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